15 Errores Aterradores que podrían arruinar tus Cultivos
- jolvera26
- 30 oct
- 4 Min. de lectura
Cada productor ha pasado por algún “susto” en su cultivo: hojas amarillas, baja producción, plagas inesperadas o resultados que no cumplen las expectativas. Muchos de esos problemas se originan en pequeños descuidos.
Estos son los errores que más asustan al campo —y que podrían estar escondidos en tu propia parcela sin que te des cuenta
1. Pensar que más fertilizante es igual a más rendimiento
Más no siempre es mejor. El exceso puede quemar raíces y bloquear nutrientes, además debido al exceso de Nitrógeno en la planta, también hay más aminoácidos libres, haciendo que las hojas de las plantas sean más tentadoras para las plagas, ya que deben esforzarse menos para alimentarse.
La estructura del suelo también se ve afectada, ya que su capacidad para retener agua se reduce.
2. Aplicar fertilizante sin análisis de suelo
Entender las necesidades de tu suelo es imprescindible, pues los resultados nos brindan información valiosa para la toma de decisiones para optimizar el rendimiento y salud de los cultivos y del suelo. Además, al hacer un análisis de suelo, podemos evitar la aplicación innecesaria de fertilizantes, permitiéndonos así, ahorrar dinero.
Cuando aplicamos fertilizantes sin haber hecho un análisis previo, obtenemos exceso de sales, toxicidad, pérdidas económicas y suelos “muertos”.

3. Ignorar el pH del agua
Un pH inadecuado ocasiona nutrientes bloqueados, ya que estos se vuelven inasimilables para la planta, generando deficiencias nutricionales y productos que “desaparecen” al aplicarse, lo que tiene como resultado un gasto económico más grande.
4. Aplicar sin considerar el clima
Las condiciones climáticas juegan un rol importante en la eficacia de los fertilizantes, pues estas pueden influir en la forma en que los nutrientes son absorbidos.
Las temperaturas altas ocasionan evaporación de los fertilizantes, mientras que en las temperaturas bajas los fertilizantes tardan más tiempo en volverse disponibles para las plantas. En el caso de las lluvias, éstas pueden lavar los fertilizantes, reduciendo su eficacia.
5. Ignorar el papel de los micronutrientes
Los micronutrientes tienen un rol clave para mejorar la producción, pero a menudo son pasados por alto. Los micronutrientes promueven el crecimiento, para obtener mayores producciones y aumentan la calidad de la cosecha, aprovechando el potencial genético de la planta.
Deficiencias de Zn, B, Fe o Mn retrasan el crecimiento, reducen la floración y el cuaje sin notarse al inicio.
6. Olvidar la materia orgánica
La materia orgánica mejora la estructura del suelo, mejora el drenaje, facilita el intercambio de nutrientes y fomenta la actividad biológica y ayuda a regular la temperatura del suelo.
Cuando nos olvidamos de aplicar la materia orgánica en nuestro cultivo, puede resultar en suelos duros, sin vida y con baja retención de nutrientes y pérdida de fertilidad.

7. Creer que todos los suelos son iguales
Cada suelo tiene una composición diferente: textura, pH, contenido de materia orgánica y disponibilidad de nutrientes. Pensar que todos se comportan igual puede llevar a aplicar fertilizantes inadecuados o en dosis incorrectas, afectando el rendimiento del cultivo y desperdiciando recursos.
8. No calibrar los equipos de aplicación
La calibración de los equipos de aplicación es necesario para una aplicación eficiente de fertilizante. Una calibración inadecuada puede causar subdosificación o sobredosificación, es decir, que el resultado son áreas sin fertilizar o con poco fertilizante y otras quemadas por exceso.
9. No ajustar el programa según la fenología
Al ajustar el programa de fertilización según la fenología del cultivo, se puede maximizar el rendimiento y la salud de la cosecha. Si se aplica el mismo producto desde el crecimiento hasta la fructificación, se aplican nutrientes en momentos equivocados, que se pierden en al ambiente, porque en ese momento la planta no lo necesita, disminuyendo su eficacia. O, en el caso contrario, puede haber un déficit de nutrientes, ya que, al no proporcionarse los nutrientes necesarios en las etapas correctas, el crecimiento y el rendimiento disminuyen.
10. Fertilizar sin revisar la conductividad eléctrica (CE)
La conductividad eléctrica indica la concentración de sales en el sustrato o el agua de riego. Cuando se desconoce el valor de la conductividad eléctrica se puede crear un desequilibrio salino, generando raíces deshidratadas y cultivos que “mueren de sed” en un mar de sales.
11. Olvidar la eficiencia de absorción
Al fertilizar un cultivo sin tomar en cuenta la eficiencia de absorción de nutrientes, se aplican dosis que no coinciden con lo que las plantas pueden asimilar, por lo que cuando se aplican los nutrientes, no son absorbidos. Como no es una fertilización optimizada, se gasta más dinero para obtener los resultados deseados.
12. Aplicar N sin considerar su forma química
Aplicar N sin considerar su forma química, puede llevar problemas tanto para el cultivo como para el suelo y el medio ambiente. Entre ellos está el crecimiento excesivo y débil de las plantas, además de retrasar la floración. Además, la aplicación incorrecta de Nitrógeno puede afectar la disponibilidad de otros nutrientes esenciales en el suelo. Aunado a esto, La aplicación indiscriminada contribuye a la contaminación atmosférica, contribuyendo al calentamiento global.
13. Guardar mal los productos
Guardar mal los productos puede causar pérdida de efectividad, pues los fertilizantes se pueden degradar con el tiempo y perder potencia, haciendo así, que su aplicación sea ineficiente. Además, hay fertilizantes inflamables y cuando son almacenados cerca de sustancias combustibles, hay riesgo de incendio o explosión. Por último, la humedad o la mala ventilación promueve el crecimiento de hongos y bacterias, que pueden contaminar el fertilizante.
14. Depender sólo de agroquímicos
El uso exclusivo de agroquímicos puede ocasionar plagas resistentes, ya que el uso constante de los mismos agroquímicos permite a las plagas desarrollar resistencia, exigiendo así, dosis más grandes o aplicaciones de químicos más fuertes.
Otro resultado de usar sólo agroquímicos son los ecosistemas desequilibrados, puesto que éstos no distinguen entre organismos dañinos y organismos beneficiosos para las plantas. Se eliminan insectos polinizadores, depredadores naturales de plagas y otros organismos importantes para el ecosistema agrícola.
Aunado a esto, el uso único de agroquímicos puede generar un desequilibrio de nutrientes, afectando la calidad y producción de los cultivos.
15. Aplicar dosis “a ojo”
Aplicar fertilizante sin una medida precisa ni conocer las necesidades de la planta o el cultivo puede tener consecuencias como lo es la sobredosificación, que genera raíces y hojas quemadas, fitotoxicidad o deficiencias severas, que afectan la salud general de las plantas.




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